Conoce la miel y por qué deberías incluirla en tu dieta

Todos sabemos que la miel proviene de las abejas, pero ¿Alguna vez te has puesto a imaginar cómo ocurre el proceso de su producción?

¿Qué tareas se deben llevar a cabo para obtener como resultado este líquido dulce y viscoso que nos brinda tantos beneficios?

La miel es producto de la colaboración de miles de abejas obreras que realizan viajes desde su colmena en busca de flores aptas para extraer el néctar; luego de la extracción se transporta para ser finalmente almacenado en la colmena de cera construida por las mismas abejas para asegurar la conservación de la miel. Se trata de un líquido tan valioso para ellas que han desarrollado tácticas enfocadas en lograr una producción y conservación eficientes; pero la miel no se compone únicamente de néctar, sino que en su composición interviene el organismo de las abejas, las cuales producen enzimas especiales para modificar el néctar, es así como las productoras le imprimen su ingrediente especial que solo ellas pueden brindar haciendo de este fruto de la naturaleza uno de gran valor.

La miel es entonces almacenada en colmenas con la misión de servir como alimento para futuras generaciones, especialmente cuando las nuevas poblaciones se encuentran en sus etapas más tempranas como larvas; es por esto que hablamos de un producto altamente energético ya que, como te puedes imaginar, los nuevos integrantes de esta pequeña sociedad necesitan alimento de calidad y rico en nutrientes para que contribuya a su desarrollo pleno.

Ahora que sabes la función que cumple la miel en la vida de las abejas, es más fácil entender su importancia y su gran valor energético y nutricional, del que también nos podemos ver beneficiados los humanos.

Tipos de mieles

Cuando entramos en la tarea de clasificar la miel puede ser un poco confuso porque no existe una manera única de hacerlo debido a que cada componente que interviene en el proceso de su producción genera como resultado una variedad diferente. Una manera común de clasificación es con base en las flores que son visitadas y proveen el néctar; aquí podemos encontrar mieles Multiflorales o Monoflorales, que como su nombre lo indica pueden provenir de un grupo de flores distintas o de un tipo único de flor.

Entre las monoflorales más comunes encontramos:

  • Miel de azahar: Proviene de la flor de naranjo principalmente, aunque puede contener partes de otras plantas cítricas como mandarinos o naranjos. Tiene un color suave y produce efectos relajantes, que pueden contribuir a la buena calidad del sueño.
  • Miel de Eucalipto: Obtenida a partir del néctar de eucalipto, presenta un color oscuro y un poderoso aroma. Puede servir como alivio para las vías respiratorias.
  • Miel de romero: De color ámbar claro y textura suave, trae beneficios para el hígado, y puede servir para aliviar la indigestión.

Otro tipo de clasificación se hace con respecto a la especie de abejas productoras. Existen diferentes especies de abejas y como ya hemos visto, cada abeja contribuye a la sintetización de miel agregando sustancias únicas que dan un toque característico a cada miel.

En Montekistán ofrecemos mieles producidas por distintas especies:

  • Miel de Apis pura: Producida por la especie Apis Mellifera. Es una de las más comunes, utilizada frecuentemente como endulzante. En la antigüedad era utilizada como tratamiento para las heridas por sus propiedades bactericidas y cicatrizantes.
  • Miel de Boquesapo: Proveniente de la especie Melipona Eburnea conocida comúnmente como Boca de sapo o sapita. Posee propiedades que ayudan a combatir enfermedades respiratorias; también puede ayudar con afecciones de la piel como quemaduras y manchas.
  • Miel de Angelita: La especie Tetragonisca angustula genera esta miel ampliamente conocida por sus propiedades benéficas para tratar afecciones oftálmicas como Pterigion (Terigio) o cataratas. También se le atribuyen contenidos antioxidantes y de regeneración de tejidos.

¿Cómo saber si la miel es pura?

Una manera sencilla de conocer la pureza de la miel en casa es a través de su proceso natural de cristalización. En el momento de su producción la miel se encuentra en estado líquido, sin embargo, su tendencia natural es a cristalizarse tras determinado periodo de tiempo; cuando se encuentra a temperaturas entre los 10 y 20 grados este cambio de estado se da naturalmente a causa de la gran concentración de componentes presentes en la miel, pero cuando esta ha sido adulterada el proceso puede no darse. Esto es más fácil de notar si se conserva la miel refrigerada, lo que debería acelerar el proceso de cristalización natural en una miel pura.

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